miércoles, 22 de enero de 2014

TODAS ESAS COSAS DE LAS QUE NUNCA HABLAMOS

El domingo leí, en el País Semanal, un artículo de Rosa Montero muy interesante titulado "Todas esas cosas de las que nunca hablamos"   en el que nos hace reflexionar sobre esas cosas que no cuentas, que no comentas, que no hablas porque no te atreves, porque te da vergüenza o porque piensas que te pueden encontrar rara, un "bicho raro" o una "friki". Ya te imaginarás a lo que se está refiriendo con "esas cosas". Pues sí, has acertado, se trata de sexo. El caso que comenta en el citado artículo es la "confesión" de la primera experiencia sexual que vive una chica 17 años, hija de una amiga de la autora. Una experiencia que vive —llena de angustia y dolor— en secreto. Además, esta chica piensa que quizás nunca sea capaz de hacer el amor en su vida. (http://elpais.com/elpais/2014/01/17/eps/1389953713_563301.html)
 
Esta situación constata lo que las profesionales en el campo de la sexualidad, lamentablemente, confirmamos a diario en la consulta. Ciertamente se podrían evitar muchos problemas, como los de esta chica, si habláramos más de sexo, con más naturalidad y espontaneidad. 

No cabe duda de que los avances en cuanto a la sexualidad femenina son considerables desde la segunda mitad del siglo XX hasta hoy. Cada vez más mujeres se plantean el disfrute de su sexualidad como un derecho, y eligen con quién desean gozarla sin la exclusiva heterosexualidad, sino teniendo en cuenta la diversidad sexual. 

No obstante, ¿se reflejan estos cambios en la realidad sexual de todas las mujeres? Afirmarlo sería obviamente caer en una generalización. Muchas mujeres viven el sexo aún con miedo y dolor, como la chica a que hace referencia el artículo. Muchas tienen dudas y falta de información en relación a su propio funcionamiento sexual. 
Las ideas o creencias erróneas respecto al sexo determinan aún el comportamiento sexual de muchas de ellas. Muchas creen aún que por el hecho de ser mujeres han de actuar de acuerdo a un rol de género establecido. Muchas aún no se atreven a expresar sus deseos y necesidades sexuales. Muchas aún no  han explorado nunca sus genitales. Muchas aún no centran la atención en su propio proceso de excitación sexual, dándose  el tiempo necesario para vivir su placer, sino que claudican por la inminente excitación y deseo de la pareja. Muchas aún se centran más en complacer a su pareja que en experimentar su propio placer. Para muchas es prioritario ser deseada, esto las lleva, a veces, a la obsesión por mantener un cuerpo perfecto. Muchas aún fingen el orgasmo. Muchas aún no son conscientes de que la sexualidad les pertenece y de que son dueñas de su cuerpo.

 La información, por lo tanto,  es la clave fundamental para abandonar las viejas estructuras sociales que se sostienen sobre unos pilares morales y patriarcales que en la actualidad se desmoronan, aunque muy lentamente, demasiado lentamente. Los cimientos sobre los que hemos de reconstruir la sexualidad de las mujeres han de ser sólidos y seguros basados en el respeto, la libertad individual y la voluntad de cada persona, en  la propia mujer, teniendo en cuenta su vivencia, su experiencia y entorno social a la hora de tratar su sexualidad.

Hablar sobre el sexo, sobre lo que nos pasa, cómo lo vivimos y experimentamos evitará crearnos problemas y si los tenemos saber que existen formas de solucionarlos. 

www.sexologiamujer.es  



lunes, 6 de enero de 2014

¿QUÉ DEBEMOS SABER LAS MUJERES SOBRE NUESTRA SEXUALIDAD?






Si bien sabemos muchas cosas sobre sexualidad, a veces, no viene mal recordar algunos aspectos de la misma que al parecer obvias no nos paramos en pensar en ellas:




·        Nunca realices el acto sexual contra tu voluntad.
·        El sexo y el placer son una responsabilidad tuya.
·        El sexo y el placer hay que alimentarlos. si no riegas las plantas éstas se marchitan.
·        No olvides que la sexualidad es ante todo sensualidad; no se limita sólo al acto genital, es la vivencia de multitud de sensaciones que puedes experimentar sola o con tu pareja.
·        La comunicación no significa sólo hablar, significa también transmitir sentimientos y expresar tus deseos y necesidades. La buena comunicación con la pareja nos permite disfrutar intensamente de nuestras relaciones sexuales.
·        Las fantasías sexuales te pertenecen y son un buen estímulo para intensificar tu placer sexual.
·        Fingir el orgasmo es engañarte a ti misma.
·        Tu sexualidad te pertenece a ti, a nadie más, si bien puedes compartirla con quien tú quieras.
·        Para vivir la sexualidad de forma natural y espontánea es necesario que te dejes llevar por las sensaciones de tu cuerpo, por ello el conocimiento del mismo es fundamental.
·        Tu cuerpo es tuyo, sólo te pertenece a ti, al igual que tu placer.



Si tienes dificultades con tu sexualidad no dudes en solicitar ayuda. Los problemas sexuales tienen solución siempre mediante una terapia sexual adecuada.



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