lunes, 30 de diciembre de 2013

EXPLORAR Y RECONOCER NUESTRO CUERPO PARA DISFRUTAR

Estar conectada y a gusto con el propio cuerpo nos permitirá disfrutar más intensamente de nuestro placer sexual.

Para estar a gusto con nuestro cuerpo es necesario explorarlo, conocerlo y mimarlo. ¿Cuánto tiempo dedicamos las mujeres a ser consciente de las sensaciones que nos proporcionan una caricia, un olor, un sabor incluso un recuerdo en nuestro cuerpo?

Ser consciente del propio cuerpo significa mirarlo a través de nuestros ojos. Dicho de otro modo, significa preguntarnos ¿qué veo?, ¿Qué siento? 

A lo largo de mucho tiempo la sociedad nos ha reforzado  el culto al cuerpo,  a su apariencia, a su cuidado, la necesidad de cuidar una imagen bella para dar placer, seducir o agradar a otro. Las grandes compañías de cosmética intentan continuamente hacernos ver a las mujeres la importancia de cuidar la piel, de resaltar unos labios sensuales, de aparecer “siempre joven”, de estar “siempre a punto”, tarea que para muchas resulta agotadora.

La presión social por un cuerpo “delgado” y perfecto conduce a una creciente desvalorización del propio cuerpo por el empeño de parecerse a un modelo o a un ideal casi siempre inalcanzable. Las consecuencias más graves de esta situación se aprecian en el alto porcentaje de nuestras adolescentes que enferman e incluso algunas pierden la vida, por la obsesión de mantener “la línea”. 

No hemos aprendido a reconocer y a aceptar nuestro cuerpo, a vivir las sensaciones; más bien hemos aprendido a  maquillarlo, depilarlo, adelgazarlo, “estirarlo”, etc. Sin darnos cuenta, nuestra atención se centra más en lucir bien que en sentirnos bien.

Esta continua lucha por lograr un cuerpo diseñado por y para los demás tiene una estrecha relación con nuestra vivencia sexual; estamos tan habituadas a preocuparnos por lo “exterior”, por parecer atractivas para nuestra pareja, que pocas veces nos paramos a pensar en lo que realmente estamos sintiendo; más bien vamos con el temor a ser rechazadas. Esto nos da una idea de porqué algunas mujeres viven su sexualidad como algo ajeno a ellas mismas.

Recuerdo a una paciente – no es un caso aislado- que decía estar obsesionada y sentirse acomplejada por el mucho vello que tenía en el cuerpo, sobre todo en las piernas.
Un día la visitó su amigo con quien le apetecía tener relaciones sexuales, pero a las que renunció al recordar que no se había depilado. 

Si deseamos enriquecer nuestra vida sexual, hemos de intentar descubrir primero cómo reacciona nuestro cuerpo, dirigir nuestra atención a los mensajes que nos envía, a las sensaciones que nos transmite.  Significa, en otras palabras, aprender a dejarnos llevar por nuestro cuerpo y no desperdiciar la oportunidad de disfrutarlo.


www.sexologiamujer.es

jueves, 26 de diciembre de 2013

EL AUTOEROTISMO: UNA ASIGNATURA PENDIENTE

 

El autoerotismo o la masturbación sigue siendo, para algunas mujeres, una asignatura pendiente en su sexualidad. No todas las mujeres se sienten con la libertad de darse permiso para disfrutar de su placer sexual a solas. Animo aquellas mujeres a descubrir su propio placer.
        Para darle un significado positivo a la sexualidad y vivirla de forma satisfactoria con nuestra pareja  es necesario conocer y explorar nuestro cuerpo. Este autoconocimiento nos proporciona seguridad y confianza en nosotras mismas y una mejor comunicación con nuestra pareja.
         Sin embargo, no es suficiente aceptar el cuerpo, hemos de disfrutar de sus sensaciones para que nuestra vivencia sexual sea más placentera. De este modo la sexualidad tiene un sentido mucho más amplio para nosotras del que, en principio, le damos; no se reduce al coito o al orgasmo, sino que un beso, una caricia, o una fantasía cobra su verdadero significado, somos conscientes del placer que nos proporcionan y de la importancia que tiene el disfrutar de toda la experiencia.
        La masturbación en este contexto es un comportamiento de suma importancia; nos hace ser conscientes de nuestra capacidad de excitación, de reconocer y potenciar nuestro placer sexual.         La masturbación es otra forma de conocer nuestro cuerpo, de aceptar nuestros genitales y de dejarnos llevar por las sensaciones placenteras. Con la masturbación aprendemos a reaccionar sexualmente, a ser responsables de nuestro propio placer. Es una manera más de darnos permiso para disfrutar de nuestro cuerpo. ¡Y de sentirnos bien con nosotras mismas!